Todo empezó en el mes de mayo del año pasado cuando realicé mi primer Escape Room con mi mujer y mis amigos en Madrid. Consistía en superar una serie de pruebas para coger el examen de Física y Química del despacho del profesor, en 66 minutos. En el 61’ 43” nos hicimos con el examen y escapamos de la habitación. Salí tan encantado con la experiencia que pensé: “¡tengo que hacer uno a mis alumnos y alumnas de 4ºESO!”.

En el mes de octubre de ese mismo año, realicé un Escape Room para los alumnos y alumnas de 4ºESO titulado: “La sucesión está en peligro” (el tema elegido fue las ganas de Carlos María Isidro de Borbón de hacerse con el trono español al quedarse fuera del mismo por la derogación de la Ley Sálica). El resultado fue espectacular, porque aunque no fueron capaces de resolverlo, el feedback dado por los alumnos y alumnas fue muy positivo.

Así que en el segundo trimestre decidí dar un paso más, y es que fueran ellos mismos los que se crearan su propio Escape Room. Lo llamé History Escape Room y se realizó en equipos de entre cuatro o cinco alumnos; de las cuatro clases que tengo salieron un total de veinte equipos, por lo tanto, veinte History Escape Rooms diferentes, ¡qué pasada!

El procedimiento fue el siguiente:

La primera sesión estuvo destinada a explicar en qué consistía el proyecto y qué acontecimiento histórico tenían para elegir: Imperialismo, Primera Guerra Mundial, Revolución Rusa, Crack del 29 o Segunda Guerra Mundial.

La segunda sesión fue encaminada a hacer una lluvia de ideas sobre la aventura, relacionándolo con el acontecimiento histórico elegido. Además se les entregaba una cartulina (tamaño A3) que sería la habitación dónde se iba a desarrollar la acción; ya que disponer de 20 habitaciones en el colegio era inviable.

La tercera sesión fue destinada a la introducción de la aventura, es decir, qué ha ocurrido. Aquí les dije que tenían que ser creativos ya que tenían que enganchar al espectador y siempre relacionándolo con el acontecimiento elegido.

La cuarta sesión fue más teórica, tenían que realizar preguntas de teoría sobre el acontecimiento histórico asignado. Debían ser preguntas fácticas ya que las utilizaríamos como pistas, pruebas u otra cosa que se les ocurriera a los alumnos para conseguir descifrar los códigos.

La quinta sesión fue la más complicada, tuve que modificarla sobre la marcha porque vi que no les daba tiempo a acabarlo. Esta sesión, en principio, estaba planteada para un día pero al empezar la sesión me di cuenta que necesitaríamos más días. Por fortuna, solo hizo falta añadir un día más, por lo que el proyecto siguió su curso. Este día consistía en pensar y realizar el número pruebas que debían ejecutar para salir de la habitación, debían desarrollar enigmas, acertijos, puzles, rompecabezas… para adivinar los dígitos de los códigos que supondrían la salida de dicha habitación  y podían aprovecharse de las preguntas de teoría trabajadas en la sesión anterior. Además tenían que tener en cuenta la habitación (en este caso la cartulina) y el tiempo máximo para salir de la habitación (entre 45 y 60 minutos para escapar de la habitación).

La sexta sesión fue la elaboración de pistas numeradas para los jugadores del History Escape Room, ya que en caso de que se queden bloqueados durante el juego sepan cómo continuar; porque no olvidemos de que lo que se trata es que salgan de la habitación, además de aprender.

La séptima y octava sesión se dedicó a la decoración de la habitación (cartulina A3) y a la realización del tutorial o vídeo-tutorial con las soluciones para escapar de la habitación.

 

Una vez finalizado y corregido el proyecto, dedicamos un par de sesiones a jugar y el éxito fue rotundo. Salieron encantados con el proyecto y, esta vez sí, muchos consiguieron escapar de la habitación.

Algunas de las valoraciones que encontré por parte del alumnado fueron:

“Me ha parecido una buena idea y muy divertida de hacer. Es una buena manera de trabajar en equipo aunque no hayan estado del todo bien hechos. También para aprender y estudiar de forma más sencilla el temario ya que el Escape Room, en mi caso, era sobre el Imperialismo. Ha sido muy entretenido y me ha gustado la idea”.

“Esta actividad me ha resultado bastante entretenida, sobre todo por mis compañeros de grupo. Es una manera más dinámica de dar el temario, y me ha gustado bastante. Lo único, que hemos tenido problemas para meter la teoría en nuestros códigos y pruebas y también hemos tenido que ir terminando cosas de días anteriores porque no nos daba tiempo a terminar”.

“A mí me ha gustado porque hacer estos juegos me parece que te mejora la capacidad colectiva y de cooperación y te ayuda a pensar más porque tienes que hacer pistas, minijuegos que hacen que los demás piensen y usen su cabeza para descifrar cosas. Aparte de lo divertido que es jugar, también está bien hacerlo ya que mejoras tus habilidades para pensar”.

“El trabajo en sí me parece una buena idea para saber cómo aprender a investigar y a intentar averiguar y poner a prueba a nuestro intelecto y a saber cuánta capacidad tenemos para pensar”.

“Me gustaría seguir haciendo este tipo de actividades ya que aprendemos teoría y a la vez hacemos algo divertido”.

Mi valoración es que ha habido una implicación bastante alta por parte del alumnado (más de lo que yo pensaba), además de ser un gran proyecto. Al año que viene volveremos con History Escape Room 2.0, mejorando la versión y corrigiendo los errores encontrados en este proyecto.

 

 

Pablo Jiménez Cogolludo

Profesor Geografía e Historia en el Eurocolegio CASVI Boadilla

(Boadilla del Monte, Madrid)

Twitter: @J_Cogo